4 casos breves en dermatología que necesitas saber
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Módulo: 4 casos breves en dermatología que necesitas saber
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Isaac Carrasco
Módulo: 4 casos breves en dermatología que necesitas saber
Caso nº 1
Caso nº 1
Se presenta a consulta un Bulldog macho de 10 años por un cuadro de alopecia, eritema y descamación multifocal (Figura 1A), con prurito moderado asociado, así como despigmentación naso-labial (Figura 1B). Los tutores reportan historia dermatológica moderada crónica, siendo un perro presuntamente atópico, que ha recibido múltiples terapias farmacológicas antipruriginosas intermitentes a lo largo de su vida.
Al detectar las lesiones actuales, administraron oclacitinib a las dosis que habían utilizado en ocasiones previas, sin observar una respuesta clínica adecuada. Por lo demás, el paciente aparentemente no presenta otros cambios patológicos sistémicos.
Pregunta: ¿Crees que puede tratarse simplemente de una complicación de su alergia crónica?
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Respuesta caso nº 1
Pregunta: ¿Crees que puede tratarse simplemente de una complicación de su alergia crónica?
Algunas de las lesiones eritematoso – descamativas, así como el prurito que presenta el paciente, pueden recordar a un cuadro de dermatitis atópica, con infección secundaria, más o menos grave. Pero es poco común que exista una afección grave de mucosas y/o uniones mucocutáneas en pacientes con esta patología. Así, considerando esta particularidad y la edad del paciente, debemos incluir en nuestro diagnóstico diferencial el linfoma epiteliotrópico. El examen citológico de las lesiones permitirá realizar un diagnóstico presuntivo en muchos casos, ya que veremos una población abundante de linfocitos (Figura 1C). Pero al no ser patognomónico de linfoma (en inflamación crónica también podríamos ver muchos linfocitos, por ejemplo), el diagnóstico definitivo pasa por el estudio histopatológico de la piel.
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Caso nº 2
Caso nº 2
Se presenta a consulta un gato, macho esterilizado de 2 años, con un cuadro de alopecia multifocal no pruriginosa en la cara (Figuras 2A, 2B y 2C). Vive en un piso en la ciudad desde que era pequeño, por lo que no recibe tratamientos antiparasitarios de forma regular. Los tutores no presentan lesiones en la piel que pudieran hacer sospechar claramente de una enfermedad zoonótica y no reportan ningún otro cambio patológico sistémico en el paciente.
Pregunta: ¿Considerando el tipo y localización de las lesiones, en qué patologías deberíamos pensar?
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Respuesta caso nº 2
Pregunta: ¿Considerando el tipo y localización de las lesiones, en qué patologías deberíamos pensar?
Cuando observamos un cuadro de alopecia multifocal en el gato, tendemos a pensar en foliculitis por dermatofitosis como el principal diagnóstico presuntivo. Sin embargo, debemos ser protocolarios en todos los casos, ya que, no es la única causa de alopecia multifocal en esta especie. Así, debemos descartar / diagnosticar las otras causas clásicas de foliculitis de origen inflamatorio, infeccioso o parasitario: foliculitis bacteriana y demodicosis. En este caso, el examen con lámpara de Wood resultó negativo; en la citología por aposición en la lesión frontal se observaba una gran cantidad de células inflamatorias sin bacterias intracelulares, y durante el examen microscópico del pelo se encontró una cantidad moderada de ácaros compatibles con Demodex spp. (Figura 2D). Al instaurar un tratamiento adecuado con isoxazolinas, el cuadro clínico se controló por completo.
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Caso nº 3
Caso nº 3
Se presenta a consulta una perra mestiza de 10 años, porque, desde hace 48 horas, presenta un cuadro de prurito intenso a nivel del tercio posterior dorsal, lo que ha derivado en una gran lesión alopécica e inflamada, autotraumática (Figura 3A y 3B). Nunca había presentado un cuadro de piel similar, y estos signos clínicos aparecieron después de un fin de semana en la montaña, en contacto con otros animales. Hace meses que no recibe ningún tipo de tratamiento para el control de los parásitos externos. Los tutores han intentado controlar el prurito con baños, sin éxito. Por lo demás, no reportan ningún otro signo clínico sistémico.
Pregunta: ¿Considerando la aparición tan aguda y la localización de las lesiones, cuál podría ser una de nuestras principales sospechas diagnósticas?
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Respuesta caso nº 3
Pregunta: ¿Considerando la aparición tan aguda y la localización de las lesiones, cuál podría ser una de nuestras principales sospechas diagnósticas?
En ocasiones, las características clínicas de un perro con prurito pueden hacernos sospechar de su etiología. En este caso, considerando que el cuadro empezó tras el contacto con otros animales en la montaña, fue sobreagudo y altamente pruriginoso, y la paciente no recibía ningún tratamiento antiparasitario preventivo, podemos sospechar de estar ante un cuadro de parasitosis externa; y si además consideramos la localización de las lesiones, podríamos sospechar, más concretamente, de una dermatitis alérgica a la picada de pulgas (no es raro en perros de edad avanzada). El manejo pasaría por realizar un buen tratamiento antiparasitario, controlar el prurito y valorar si existen infecciones secundarias que necesiten un manejo específico.
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Caso nº 4
Caso nº 4
Se presenta a consulta un gato macho esterilizado de 8 años porque, desde hace algunas semanas, presenta una lesión ulcerativa en el labio superior derecho (Figura 4A). Los tutores no lo atribuyen a nada en concreto, ya que no ha habido modificaciones en el ambiente o alimentación del paciente. A pesar de la lesión, no presenta dificultades para comer ni otros cambios patológicos sistémicos. Se trata de un gato que vive en un piso, sin contacto con otros animales, pero que pasa muchas horas en una terraza. No recibe desparasitaciones externas ni internas de forma regular.
Pregunta: ¿Cómo definirías el patrón lesional en este caso, y cuál sería la primera prueba diagnóstica que deberíamos hacer?
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Respuesta caso nº 4
¿Cómo definirías el patrón lesional en este caso, y cuál sería la primera prueba diagnóstica que deberíamos hacer?
En este caso, estamos ante un caso de dermatosis erosivo-ulcerativa labial. Este tipo de lesiones no son muy comunes en el gato, y lo primero que deberíamos hacer es una citología con el objetivo de diferenciar, si es posible, entre un proceso de origen inflamatorio o tumoral. Considerando la localización de la lesión, un posible diagnóstico sería una úlcera eosinofílica, vinculada a un proceso inflamatorio por una reacción de hipersensibilidad. Sin embargo, no debemos olvidar que algunas neoplasias, como el carcinoma de células escamosas (principalmente en gatos que pasan muchas horas expuestos a sol directo), pueden presentarse en esta región anatómica. Así, es fundamental realizar una primera aproximación citológica (Figura 4B).
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